La exposición del Matadero que reinterpretra el Jardín de las Delicias del Bosco
- Blanca Arboledas
- 7 dic 2021
- 3 Min. de lectura
El Jardín de las Delicias es una obra mundialmente conocida realizada a finales del siglo XV por El Bosco. Se trata de un tríptico al óleo sobre tabla de 220 x 389 cm que fue adquirido por Felipe II y que actualmente se encuentra en la colección permanente del Museo del Prado.

La obra parece el fruto de un viaje psicotrópico debido a las singulares formas y escenarios que se encuentran en esta especie de infierno o edén, según como se mire. La obra en sí se compone por tres escenas cuyo único denominador común es el pecado: se inicia en el Paraíso del panel izquierdo, con Adán y Eva, recibe su castigo en el Infierno del panel derecho, y el panel central muestra un Paraíso engañoso a los sentidos, un falso Paraíso entregado al pecado de la lujuria.
El centro cultural El Matadero ha organizado una especie de relectura contemporánea de la obra reuniendo a 15 artistas internacionales. Cada uno de ellos aporta con sus obras una interpretación del significado de la obra original aplicada a la época actual.
Esta exposición es de acceso completamente gratuito, como todas las que se encuentran en El Matadero y se encuentra disponible hasta el 27 de febrero.
La primera representación que encontramos al adentrarnos en la exposición se denomina Umbráfono II, una composición sonora sobre celuloide del artista jiennense Enrique del Castillo. Esta obra esta formada por una instalación de lectores ópticos los cuales transforman en sonido los surcos producidos sobre un film de celuloide. Las piezas sonoras que se escuchan son de compositores de la época del Bosco: Adrian Willaert y Josquin des Prez.
Tras esta instalación nos encontramos con The Garden of Ephemeral Details, una recreación hecha por una inteligencia artificial. Su autor, Mario Klingemann, busca engañar a la memoria y a la percepción del espectador con diferentes algoritmos que van cambiando partes del cuadro con otras texturas o haciéndolo más abstracto. Sobre este mismo hilo se mueve también la obra de Carlus Padrissa, una instalación completamente inmersiva llamada Site Specific.
El siguiente espacio se separa del moralismo satírico del original del Bosco y nos acerca al paraíso exento de culpa. Génesis de Lusesita es una serie de esculturas de cerámica con roedores, seguida de las pinturas de Dave Cooper, un canadiense cuya participación en esta exposición se basa en una orgía con plantas-genital y flores-pezón.
Los formatos 3D se abren paso con Cool 3D World, una animación digital que propicia al espectador a relacionar el Surrealismo, un movimiento cultural desarrollado en Europa tras la II Guerra Mundial, con este cuadro del Bosco del siglo XV. Después nos encontramos con Sholim, un serbio que toda elementos de la obra original para, en formato gif, crear stories de Instagram.
Tras esto, la exposición da paso a artistas como Miao Xiaochun, cuya obra en formato video trata sobre microcosmos y utopías, Filip Custic, quien en el mismo formato presenta un jardín retratando la historia de nuestra especie, o Cassie McQuater, quien se adentra en la estética de los videojuegos noventeros. Esta última obra se complementa con la pintura inspirada en el arcade de Dan Hernández, que junto el collage de Dustin Yellin, finiquita esta parte del recorrido.
Una retrospectiva vital inspirada en la obra que da nombre a esta exposición por parte de Mu Pan da paso a la obra de Davor Gromilovic, quien representa un jardín actual repoblando con historias y personajes contemporáneos.
Para cerrar la exposición, el colectivo holandés SMACK nos ofrece un tríptico digital de gran formato llamado SPECULUM, una animación digital que muestra un jardín contemporáneo con múltiples referencias a la cultura pop, enfrentándonos a personajes afectados por psicofármacos, jeringuillas, cámara de videovigilancia...
Comments